Mucho se ha hablado de la relación existente entre obesidad y covid 19…
Pero, ¿qué nos dice la evidencia?
En primer lugar, es importante destacar que desde 1975, la obesidad casi se ha triplicado en todo el mundo y en Chile ha llegado más del 60% de la población a tener algún grado de exceso de peso (sobrepeso u obesidad).
Es por esta razón, que en el contexto que nos encontramos, debemos saber qué relación existe entre obesidad (IMC >30) y el SARS-cov-2.
Varios artículos recientes sugieren que la obesidad es un factor que agrava aún más la enfermedad por covid19, aumentando el riesgo de hospitalización, el ingreso en UCI y prolonga la estadía hospitalaria al requerir ventilación mecánica. Un estudio en Francia indicó que los pacientes con obesidad severa (IMC ≥ 35) requieren con más frecuencia de ventilación mecánica invasiva, frente a los pacientes delgados, independientemente de la edad, el sexo y otras variables.
Además, otro estudio demostró una relación significativa entre la obesidad y la admisión hospitalaria y la admisión en UCI entre los pacientes menores de 60 años.
¿Pero por qué puede ocurrir esto? Para ello hay varios mecanismos propuestos:
- Inflamación crónica, causada perse por el exceso de tejido adiposo en personas con obesidad.
- Deficiencia de vitamina D, muy presente en la obesidad y que aumenta el riesgo de infecciones.
- Disbiosis intestinal, en pacientes con obesidad se encuentra debilitada la microbiota intestinal, fundamental para la regulación del sistema inmune.
- Aumenta la producción de citoquinas inflamatorias que agravan aún más la enfermedad.
Considerando todo lo anterior, queda en manifiesto que la obesidad es una enfermedad causada por muchos factores tanto genéticos como ambientales, y que esta pandemia ha demostrado las consecuencias intrínsecas para el organismo que conlleva y es urgente tomar medidas para combatirla.
Es fundamental que comencemos a tomar consciencia de la importancia de adquirir buenos hábitos de alimentación, comenzando por organizar y planificar nuestras comidas, limitando el consumo de carbohidratos simples y grasas saturadas, eligiendo comidas caseras y menos comida delivery, hidratandonos bien durante el día con agua y líquidos sin azúcar. Además de crear rutinas de actividad física por lo menos 3 veces a la semana, y si sientes que es muy difícil lograr estos cambios, te recomendamos buscar asesoría y apoyo.
En Belife® somos conscientes de ello y es por esto que todos nuestros esfuerzos están enfocados en prevenir la obesidad y el sobrepeso a través de un tratamiento que permite los controles periódicos con entrega de pautas nutricionales enfocadas en las necesidades de cada uno. A través de ello, nos hacemos parte de su alimentación y nos comprometemos en lograr eliminar aquellas costumbres que los lleven a malos hábitos, a través de un trato cercano y de confianza.
Nutricionista: Italia Torres Almonacid